viernes, 29 de enero de 2010


SOPWITH BABY
1918 - 1920

Primera Aeronave
de la Aviación Naval de Chile

Diego Aracena, es ayudado a descender el N-2104, Talcahuano, Julio 3 de 1919


El BABY en CHILE

por Sergio H. Pulgar N.

La Fuerza Aérea Nacional recibió en 1918, dos Sopwith BABY como compensación por la requisición de algunos buques que estaban siendo construidos en los astilleros ingleses al estallar la Gran Guerra; junto a otras aeronaves, fueron ensamblados en Talcahuano, con los números de identificación N-2103 y N-2104.
El primer vuelo de un BABY en Chile lo efectuó el Mayor Huston en el N-2103, el primer piloto chileno en volar el N-2104 fue el mayor Diego Aracena; y el primer Aeronaval el Teniente Manuel Francke, en Talcahuano.

Después de la hazaña de Cortínez, la aviación nacional escaló aún más en su ascendente prestigio internacional, recibiendo felicitaciones y reconocimientos de distintas y poderosas naciones. En el intertanto continuaban su preparación los aviadores navales, mientras que de la partida cedida por Inglaterra, los Sopwith BABY y los Short 184 esperaban ser armados; en consecuencia, la Jefatura de la ya denominada Fuerza Aérea ordenó el ensamble de los BABY, lo cual se concretó en improvisadas instalaciones en Talcahuano, bajo la dirección de los Ingenieros Mecánicos ingleses Preston y Oakes, con la valiosa cooperación del Contador Naval Carlos Yánquez.
El 3 de Julio de 1919 estaban listos los dos BABY, aún con insignias y matrícula inglesa, los N-2103 y N-2104; siendo sacados de un hangar y trasladados hasta el Apostadero Naval de Talcahuano, donde ante la presencia del Director de la Fuerza Aérea, el Coronel Pedro Dartnell, el Comandante en Jefe del Apostadero Almirante Agustín Fontaine, el Sub Director de la Escuela de Aviación, Capitán Diego Aracena, el Mayor Huston, el Ingeniero de la Armada Solano y los alumnos de la Escuela de Aviación, Tenientes Sócrates Aguirre, Manuel Francke y Horacio Díaz G.; se prepararon para iniciar las pruebas de los primeros hidroaviones en servicio en Chile.
Cerca de las 09:00 el Mayor Huston se acomodó en la cabina para poner en marcha el BABY N-2103, iniciando el despegue desde el mar, para volar unos 10 minutos sobre la bahía de Talcahuano y acuatizar posteriormente, en forma impecable, recibiendo la ovación de las Autoridades y numeroso público asistente.

El mayor Huston destacó en forma especial la misión cumplida por el Contador de la Armada Yánquez, quien fue el artífice del aprovisionamiento de los medios necesarios para concretar la operación que resultaba en el feliz vuelo del primer hidroavión naval chileno, a quien se sumó, además de los ingleses el mecánico chileno Echeverría.
La segunda prueba, ahora a cargo de un piloto chileno, se inició a las 11:25, siendo esta vez el Capitán Diego Aracena el encargado de comandar el N-2104, quien en forma exitosa y efectuando maniobras muy osadas para la época inscribió su nombre en la historia como el primer Piloto chileno en volar hidroaviones.
Finalmente le tocó el turno a un Aviador Naval, el Teniente Manuel Francke, quien después de volar seis minutos y al intentar tocar la superficie del mar, debido al exceso de velocidad rompió uno de los flotadores y la hélice, dándose vuelta el avión hasta quedar invertido en el agua. Pero este valeroso Aviador Naval mantuvo el control y cortó el contacto, efectuando todo lo que pudo hasta salvar el BABY siniestrado, siendo socorrido por embarcaciones y asegurado el avión, fue remolcado hasta la playa. A pesar de todo, Francke, quien luego daría lucidas muestras de su capacidad de vuelo, fue el Primer Aviador Naval en volar hidroaviones en Chile.

Como no existen las coincidencias, sino consecuencias, el Teniente Francke fue destinado al acorazado «O’Higgins» el 20 de Octubre de 1919 a cargo del servicio de hidroaviones, dotado de Sopwith BABY. Se estaban sentando las bases de la Aviación Naval chilena, lo cual sería posteriormente considerado al crearse la Inspección de Aviación, donde se estableció, entre otras cosas, que «se debía ser Oficial de Guerra del Ejército o Armada, ser soltero, no mayor de 30 años y con un peso máximo de 75 kilos». Asimismo se indicaba que el Inspector General de Aviación podía ser un General o Almirante. Además se otorgaba la independencia de la Aviación del Ejército y la Armada, aunque dependería del Ministerio de Guerra y Marina. Por otra parte se indicaba que «el Servicio Aéreo comprende:
a) Aviación Militar
b) Aviación Naval
c) Aviación Civil
Se establecía que la ya denominada Aviación Naval dependería del Jefe de la Dirección de Artillería de la Armada.
A pesar de las dificultades y que la cancha de Lo Espejo estaba en reparaciones se dejó un tramo para uso de las actividades de Instrucción, iniciándose 1920 con los vuelos para aprobación de cursos, entre los que se considera al Guardiamarina Zañartu, que el 30 de Enero realizó el raid en Avro desde Lo Espejo-Culitrín-Curicó-Lo Espejo, recibiendo su título de Piloto Militar y siendo inmediatamente destinado a la Armada; aunque participaría en las Maniobras de la IIIa División en el sector Tomé-Dichato que se efectuaron el 1 de Marzo con la 1a Compañía de Aviación.
Con Francke al mando operativo, los Guardiamarinas Villagrán y Zañartu fueron los primeros Pilotos Navales quienes iniciaron sus vuelos en el Sopwith BABY asignado a los Buques de la Escuadra.
El 12 de Diciembre de 1919, el Teniente Francke logra el record de altitud en este modelo, alcanzando los 3.300 metros sobre la bahía de Valparaíso


BABY N-2104 acuatizado junto al Acorazado « O’Higgins», donde había sido asignado a fines de 1919. En este mismo avión y, en circunstancias que el Guardiamarina Julio Villagrán iniciaba el despegue a las 10:30 horas, del 24 de Agosto de 1920, en Mejillones y debido a una maniobra inadecuada, viró violentamente, estrellándose contra la punta de uno de los cañones de estribor del buque; resultando la aeronave completamente destruida, en tanto que el joven Guardiamarina que sólo semanas antes había recibido su título de Piloto, resultó gravemente herido, falleciendo en horas de la tarde.

Si bien poco afortunada y corta trayectoria la de los BABY, trasciende el hecho histórico de ser el primer avión que operó específicamente asignado a unidades navales y son el origen de la actual Aviación Naval.